Preparación del sitio para plantar un prado de polinizadores
Además de ajardinar los parterres, designaremos algunas áreas de nuestra propiedad como prados para polinizadores nativos. Estas plantaciones de prados para polinizadores son una excelente manera de aumentar el alimento para los polinizadores, reducir la superficie que cortamos con frecuencia y embellecer la propiedad.
Dado que esta zona cuenta con vegetación con algunas especies indeseables, debemos comenzar con la preparación del terreno. El primer paso es controlar la vegetación con las siguientes opciones: herbicida, labranza o asfixia con plástico.
1) Herbicida: es el método que requiere menos tiempo. Generalmente es mejor en primavera, cuando la vegetación apenas comienza a crecer. En primavera, cuando la vegetación alcanza los 15 cm de altura, aplique una vez el herbicida aprobado y luego una segunda aplicación en dos o tres semanas. También existen algunas opciones de herbicidas orgánicos a considerar. Una de ellas es el vinagre hortícola al 30 %. Este puede ser tan efectivo como el glifosato, pero generalmente requiere de tres a cinco aplicaciones al año. Otro herbicida orgánico etiquetado se llama GreenMatch. Investigue los productos y aplíquelos según las instrucciones de la etiqueta CADA vez que use un herbicida.
2) Labranza: Se recomienda labrar la zona con el arado cada dos a cuatro semanas durante un mes. Esto expondrá las raíces de las plantas perennes y promoverá la germinación del banco de semillas establecido en el suelo. Una vez eliminada la vegetación, cree un lecho de siembra nivelado antes de plantar.
3) Sofocación con plástico: coloque plástico grueso sobre suelos labrados o sin labrar. Cubra los bordes del plástico con tierra o ladrillos para sujetarlo. Este proceso puede llevar mucho tiempo y es recomendable completarlo en primavera para plantar en otoño. El plástico negro quemará la vegetación existente y el banco de semillas.
Una vez gestionada la vegetación, es momento de asegurarse de que el suelo sea adecuado para el cultivo planificado. La mejor manera de conocer el suelo es realizar un análisis de suelo. Esto le indicará las necesidades nutricionales o las enmiendas necesarias. Crear condiciones óptimas en el suelo garantizará un buen crecimiento de las semillas y proporcionará una base sólida para la nueva plantación.
Puede parecer mucho trabajo de preparación, ¡pero valdrá la pena! Una buena preparación proporcionará beneficios a largo plazo para una pradera saludable.